- Perdona señor, ¿le importaría que le acompañase? Puedo hacerle de guía y cobrarle un precio barato.
- Vamos a ver, chavalín, ¿no ves que con esa inseguridad no vas a conseguir ningún cliente? Mira, te voy a enseñar a triunfar en la vida. Yo empecé siendo comercial de seguros. Vendía lo que nadie podía y a todo el que me proponía. Mis técnicas de ventas fueron alabadas por unos y criticadas por otros. Fui muy competitivo. Si tenía que mentir, lo hacía, era imprescindible para vender lo que yo ofrecía. Pero no importa, porque ahora, con mis 50 años, estoy jubilado, tengo a mucha gente que trabaja para mi. Y, ¿sabes qué he aprendido? Que en esta vida hay que ser agresivo. Tú debes hacer lo mismo. Habla a los turistas con decisión, muéstrales que sólo tú puedes enseñarles la isla. Así, te contratarán muchas personas y ganarás más dinero. Anda, toma 5 reales, me has dado pena... ¡Espera! ¿Mi cartera?
- Mira, yo solo tengo 15 años, los he pasado todos en esta isla y ¿sabes qué he aprendido? Que un niño de 15 años corre más que uno de 50.
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Con esta historia me presento a un concurso de Microrelatos organizado por Moleskin.es
Aquí os la dejo para que la critiquéis.
Abrazos!
;)
martes, 18 de enero de 2011
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